La historia de las Rías Baixas

Rías Baixas en Galicia, España desde hace varias décadas es conocida mundialmente como una de las productoras de vino más importantes del mundo debido a la calidad de su uva de autor “albariño”.

Aunque existen historias de las Rías Baixas que cuentan que la uva albariño fue llevada por los monjes de Cluny hasta Armetería para luego extenderse su cultivo hasta Galicia, hoy en día se conoce que el albariño se trata de una variedad autóctona del sur de Galicia.

Aunque existen varias hipótesis sobre sus orígenes, la realidad es que por más de mil años esta uva blanca llamada albariño se cultiva en las Rías Baixas, donde encuentra las condiciones y el clima perfecto para su cultivo.

La creación de este vino blanco propio de las Rías Baixas ha pasado entre civilizaciones y muchas generaciones, es hora de que conozcas la gran historia de las Rías Baixas y como se convirtió en una de las zonas productoras de vino más importantes del mundo.

Ver también: Rías Baixas

Historia de Rías Baixas

Orígenes de historia de las Rías Baixas

Como toda buena historia, la producción de vino en Rías Baixas comienza por los romanos. Se dice que ellos fueron los primeros enólogos luego de la conquista de la región circundante de Galicia. Con la ocupación del territorio llevaron comercio, tecnología y la viticultura a la zona.

Para el siglo XII los monjes cistercienses que llegaron desde Francia refinaron la vinificación y fueron los encargados de enseñar el cultivo del albariño en las Rías Baixas.

Los monjes llegaron por el camino de Santiago a construir la historia de las Rías Baixas.

Se dice que, acompañando a la dinastía Borgoña en su trayecto a Galicia para celebrar la boda de Raimundo de Borgoña con la reina Urraca, los monjes llevaron a esta zona sus téctnicas de cultivo para las diferentes variedades que se encontraban en la región y la forma de extraer  de las uvas su mayor potencial para la elaboración de vinos blancos.

Todo sobre Rías Baixas

El nuevo mundo

El aumento de la producción de vinos en las Rías Baixas y otras zonas de Galicia tuvo su estallido para los siglos XIV y XV con el descubrimiento del “nuevo mundo” y la creación de rutas comerciales entre España y el resto de Europa.

La desamortización de Mendizabal

A medida que pasaba el tiempo los vinos producidos en las Rías Baixas eran cada vez más refinados y fueron conservados en los monasterios hasta el siglo XVIII con la desamortización de Mendizabal.

También denominada  la  “desamortización de Godoy” fue  un extenso proceso histórico, económico y social que consistió en expropiar bienes y tierras que no se podían vender, hipotecar o ceder pertenecientes a la iglesia Católica y ponerlas en el mercado a través de una subasta pública.

Una nueva generación

El cultivo y la producción de vino en las Rías Baixas se extendieron a su máxima capacidad hasta la llegada del siglo XIX cuando las guerras comerciales y prohibiciones de exportación causaron el abandono de los viñedos que luego fueron consumidos por el parásito de la vid en casi toda Europa.

A principio del siglo XX se inició la replantación de variedades de uva autóctonas e híbridas en España y, es aquí, cuando la uva blanca albariño surge como la gran protagonista de la historia de las Rías Baixas.

El albariño demostró su calidad y potencial para crear vino de alta calidad producidos por una nueva generación de enólogos mejor capacitados.

Desde este punto, los vinos blancos de albariño comenzaron a ser cultivados en fincas y grandes casas gallegas pertenecientes a los nobles.

Los nobles eran los únicos que, por carecer de problemas económicos, podían destinar sus tierras a la producción de vinos más refinados.

Historia de Rías Baixas

La historia moderna de las Rías Baixas

La nueva historia de las Rías Baixas inicia en 1980 cuando se aprueba el reglamento de la Denominación de Origen Específica Albariño y su Consejo Regulador, responsables de que los vinos de las Rías Baixas ganaran prestigios y extraordinaria calidad.

Para abril de 1899, cuando España ya formaba parte de la Unión Europea, la Cancillería de Agricultura cambió la legislación a la Denominación de Origen Rías Baixas.

La incorporación de España a la Unión Europea ayudó a la modernización de las Rías Baixas con la llegada de fondos e inversiones que hicieron que su producción de vino se internacionalizara.

Con el tiempo y la evolución los vinos de la región, las Rías Baixas fueron creciendo en subzonas. Para 1988 constaba solo de tres subzonas en la provincia de Pontevedra; Val do Salnés, Condado de Tea y O Rosal.

Para 1996 se agrega Soutomaior y, finalmente, en el 2000 se incorporó Ribeira do Ulla quedando dividida las Rías Baixas en cincos subzonas independientes cada una de la otra.[:en]Rías Baixas en Galicia, España desde hace varias décadas es conocida mundialmente como una de las productoras de vino más importantes del mundo debido a la calidad de su uva de autor “albariño”.

Aunque existen historias de las Rías Baixas que cuentan que la uva albariño fue llevada por los monjes de Cluny hasta Armetería para luego extenderse su cultivo hasta Galicia, hoy en día se conoce que el albariño se trata de una variedad autóctona del sur de Galicia.

Aunque existen varias hipótesis sobre sus orígenes, la realidad es que por más de mil años esta uva blanca llamada albariño se cultiva en las Rías Baixas, donde encuentra las condiciones y el clima perfecto para su cultivo.

La creación de este vino blanco propio de las Rías Baixas ha pasado entre civilizaciones y muchas generaciones, es hora de que conozcas la gran historia de las Rías Baixas y como se convirtió en una de las zonas productoras de vino más importantes del mundo.

Ver también: Rías Baixas

Orígenes de historia de las Rías Baixas

Como toda buena historia, la producción de vino en Rías Baixas comienza por los romanos. Se dice que ellos fueron los primeros enólogos luego de la conquista de la región circundante de Galicia. Con la ocupación del territorio llevaron comercio, tecnología y la viticultura a la zona. 

Para el siglo XII los monjes cistercienses que llegaron desde Francia refinaron la vinificación y fueron los encargados de enseñar el cultivo del albariño en las Rías Baixas.

Los monjes llegaron por el camino de Santiago a construir la historia de las Rías Baixas.

Se dice que, acompañando a la dinastía Borgoña en su trayecto a Galicia para celebrar la boda de Raimundo de Borgoña con la reina Urraca, los monjes llevaron a esta zona sus téctnicas de cultivo para las diferentes variedades que se encontraban en la región y la forma de extraer  de las uvas su mayor potencial para la elaboración de vinos blancos.

El nuevo mundo

El aumento de la producción de vinos en las Rías Baixas y otras zonas de Galicia tuvo su estallido para los siglos XIV y XV con el descubrimiento del “nuevo mundo” y la creación de rutas comerciales entre España y el resto de Europa. 

La desamortización de Mendizabal

A medida que pasaba el tiempo los vinos producidos en las Rías Baixas eran cada vez más refinados y fueron conservados en los monasterios hasta el siglo XVIII con la desamortización de Mendizabal.

También denominada  la  “desamortización de Godoy” fue  un extenso proceso histórico, económico y social que consistió en expropiar bienes y tierras que no se podían vender, hipotecar o ceder pertenecientes a la iglesia Católica y ponerlas en el mercado a través de una subasta pública.

Una nueva generación

El cultivo y la producción de vino en las Rías Baixas se extendieron a su máxima capacidad hasta la llegada del siglo XIX cuando las guerras comerciales y prohibiciones de exportación causaron el abandono de los viñedos que luego fueron consumidos por el parásito de la vid en casi toda Europa.

A principio del siglo XX se inició la replantación de variedades de uva autóctonas e híbridas en España y, es aquí, cuando la uva blanca albariño surge como la gran protagonista de la historia de las Rías Baixas.

El albariño demostró su calidad y potencial para crear vino de alta calidad producidos por una nueva generación de enólogos mejor capacitados.

Desde este punto, los vinos blancos de albariño comenzaron a ser cultivados en fincas y grandes casas gallegas pertenecientes a los nobles.

Los nobles eran los únicos que, por carecer de problemas económicos, podían destinar sus tierras a la producción de vinos más refinados.

La historia moderna de las Rías Baixas

La nueva historia de las Rías Baixas inicia en 1980 cuando se aprueba el reglamento de la Denominación de Origen Específica Albariño y su Consejo Regulador, responsables de que los vinos de las Rías Baixas ganaran prestigios y extraordinaria calidad. 

Para abril de 1899, cuando España ya formaba parte de la Unión Europea, la Cancillería de Agricultura cambió la legislación a la Denominación de Origen Rías Baixas.

La incorporación de España a la Unión Europea ayudó a la modernización de las Rías Baixas con la llegada de fondos e inversiones que hicieron que su producción de vino se internacionalizara.

Con el tiempo y la evolución los vinos de la región, las Rías Baixas fueron creciendo en subzonas. Para 1988 constaba solo de tres subzonas en la provincia de Pontevedra; Val do Salnés, Condado de Tea y O Rosal.

Para 1996 se agrega Soutomaior y, finalmente, en el 2000 se incorporó Ribeira do Ulla quedando dividida las Rías Baixas en cincos subzonas independientes cada una de la otra.