Arzúa
El pueblo de Arzúa es parada obligada para los muchos peregrinos que siguen la ruta del Camino de Santiago, por lo que puede presumir, pese a sus dimensiones, de un buen ambiente en cualquier época del año. Un paseo por el pueblo se hace imprescindible para conocer sus plazas, jardines, y un poco de la arquitectura de esta población tan gallega, pero a la vez tan internacional.
En Arzúa puede ser una buena idea visitar el Museo Vivente do Mel “O enredo do Abeleiro” donde se explica la técnica de elaboración de la miel en con visita a las colmenas incluida.
Embalse de Portomouros
Después de aquí dirígete hacia el este para tomar la Calle Lugo/N-547 hacia la Calle Calvo Sotelo a 260 m, gira a la derecha hacia Rúa Rego da Raña, y ya estamos camino del embalse de Portomouros, aquí también se puede visitar el pueblo, que puede presumir de unas vistas muy chulas, arrancaremos hacia Melide por la CP-4603.
Melide
Ya históricamente Melide tuvo mucha importancia, porque es punto de encuentro de las dos rutas jacobeas más importantes en los primeros años de la Edad Media: El Camino Francés y el Camino Primitivo.
Bien vale la pena darse un buen paseo por el pueblo para disfrutar del buen ambiente de sus calles e incluir algunas visitas concretas, como son la de la iglesia de Santa María, el Museo Terra de Melide, y el cruceiro de Melide, que Castelao consideró como el más antiguo de Galicia.
Además, si la hora se presta, una buena idea es degustar de una completa ración de pulpo á feira, que pasa por ser muy típico, especialmente los días de fiesta.
Desde Melide podemos dirigirnos hacia Toques por la CP-4604, donde nos desviaremos para visitar la iglesia prerrománica de Santa María da Capela. Desde Toques, retroceremos unos kilómetros para continuar nuestra ruta por la carretera CP-8002 hasta Sobrado dos Monxes principal población de la comarca y zona muy comercial y visitada.
Sobrado dos Monxes
Sobrado dos Monxes debe su fama en toda la comunidad a su gran monasterio, uno de los más grandes y en mejores condiciones de toda la geografía gallega. La visita al interior del edificio se hace imprescindible, pues permite conocer el estilo de vida de lo monjes en la Edad Media, al incluirse en el recorrido no solo la iglesia, los claustros o la sacristía, sino también la gran cocina original de aquella época.