¿Has oído hablar de una Francesinha? Si has estado en Oporto, lo más probable es que la respuesta sea sí. Este afamado plato local adorna los menús de toda la ciudad y del país. Pregúntale a cualquiera lo que debe comer en un viaje a Oporto o al norte de Portugal, y es muy probable que te digan que pruebes la famosa Francesinha de Oporto.
Entonces, ¿qué es exactamente esta misteriosa montaña de pan, carne y queso? ¿Vale la pena dedicarle una comida entera?
Es discutible. En primer lugar, si no tienes ganas de carne, no te molestes. Y si no eres un fanático de las comidas pesadas y ricas, tal vez deberías probar un bocado de otro delicioso plato en su lugar. Pero si de verdad quieres tener una experiencia completa, y un poco de desafío, pide una para ti. Será una comida para recordar.
¿Qué es una Francesinha?
Para decirlo de manera simple, una Francesinha de Oporto es un enorme sándwich. Se compone de varias capas: pan, queso, jamón, salchicha fresca, salchicha de cerdo curada al humo, bife de ternera, más pan y, finalmente, un huevo frito (aunque los rellenos específicos pueden variar). Todo ello cubierto con queso fundido y con una rica y sabrosa salsa. Y, por si fuera poco, las patatas fritas se amontonan alrededor del sándwich para completar esta obra maestra.
El secreto está en la salsa
La salsa es el elemento más importante de una Francesinha, y lo que realmente la hace única. Sus principales ingredientes incluyen cerveza, caldo, tomate, cebolla, ajo y varias especias. También hay algunos ingredientes secretos que varían de un lugar a otro; puedes probarla con un toque de vino de Oporto o incluso de whisky. Todo esto es espesado con maicena para crear un denso brebaje sopero que se impregna en el sándwich y es la salsa perfecta para mojar las patatas fritas.
¿De quién fue la idea de la famosa Francesinha de Oporto?
Puedes culpar a Daniel da Silva por soñar con este sándwich. En los años 50, se mudó a Portugal después de vivir en Francia y Bélgica. Quería adaptar el su toque francés a los gustos locales, así que añadió una tonelada de carne extra y la legendaria salsa a base de cerveza. Lo llamó «Francesinha» para reflejar esta inspiración francesa; el nombre significa literalmente «francesa» o «pequeña niña francesa». Algunas décadas después, ya está considerado como uno de los platos más tradicionales de Portugal.
¿Dónde comer una Francesinha de Oporto?
El Café Santiago es uno de los mejores lugares para probar una Francesinha, uno de los platos más famosos de Portugal.
No te arrepentirás de esta elección. El Café Santiago es una institución local, y aunque sirven otras cosas, la Francesinha de Oporto es la estrella. Es realmente enorme, con todos los ingredientes clásicos, pero sin campanas ni silbidos extra. Siéntate en la brillante barra de metal y pida una cerveza Super Bock para acompañarla; la gente dice que esto te ayuda a digerir la enorme cantidad de comida. Una cerveza fría es el acompañamiento ideal para este festín.
Si estás buscando una Francesinha de Oporto, la verdad es que no hay escasez de opciones. Casi todos los restaurantes y cafeterías que atienden a los turistas la ofrecen. Otros lugares con buena reputación son Lado B y Churrasqueira Lameiras, pero verás que cada uno tiene una opinión diferente sobre quién es el verdadero rey de la Francesinha.
Nuevos giros en la Francesinha
Aunque la receta original no deja nada que desear, muchos chefs creativos han decidido dar su propio giro a este plato clásico. Algunos lugares preparan la Francesinha de Oporto con cerdo asado, mariscos, pollo o champiñones. Otros incluso ofrecen una versión vegetariana, que es difícil de imaginar, pero probablemente deliciosa por sí misma. Algunos restaurantes son conocidos por servir Francesinhas extra grandes, como el Restaurante Cunha, mientras que otros dan la opción de pedir media porción.
Los rellenos varían de un lugar a otro, así como el montaje del propio sándwich. Pero, por supuesto, la mayor variante es la salsa especial. Cada cafetería y cada cocinero tiene su propia receta secreta. Algunas son más picantes que otras, o más ligeras en el tomate. El color de la salsa puede variar desde el naranja brillante hasta el rojo más oscuro. ¿Qué tienen todos ellos en común? Un sabor intenso y único que no encontrará en ningún otro lugar.
Y tú, ¿has probado una Francesinha de Oporto? ¿Qué opinas de este icónico plato portugués? Pero si aún no la probaste, sin duda, es una de las razones por las que deberías visitar Oporto.